
Frente a la dificultad de conseguir turnos en PAMI, muchas personas mayores —y sus familias— empiezan a considerar opciones fuera del sistema tradicional.
La realidad es que la demora para conseguir atención, la saturación de agendas y los largos tiempos de espera pueden poner en riesgo la tranquilidad y la salud. En estos contextos, conocer y evaluar alternativas privadas puede marcar una enorme diferencia.
Principalmente por la rapidez. Los sanatorios, clínicas y consultorios privados suelen tener mayor flexibilidad en su agenda y, muchas veces, la posibilidad de consulta inmediata o en pocos días. Además:
Buscar alternativas privadas no es abandonar PAMI, sino tener un respaldo para cuando la salud no puede esperar. Evaluá opciones, consultá precios y tené siempre un “plan B” anotado: muchas de estas soluciones ofrecen períodos de prueba o promociones para nuevos usuarios.