
A pesar de estar registrado en el RASE y recibir el subsidio estatal, muchas familias siguen teniendo dificultades para cubrir el total de sus facturas de luz o gas.
Los aumentos en las tarifas, sumados a los gastos diarios, hacen que incluso con ayuda estatal, los montos mensuales sigan siendo complicados de afrontar.
Por suerte, existen alternativas financieras seguras y accesibles que pueden ayudarte a mantener tus servicios esenciales al día, sin necesidad de endeudarte de forma riesgosa ni recurrir a soluciones informales.
Una de las soluciones más buscadas hoy en día es el pago con tarjeta de crédito o débito que permite financiar la boleta en cuotas.
Algunas entidades bancarias y billeteras virtuales ofrecen planes de hasta 3 o 6 cuotas sin interés, lo que facilita mucho el manejo del presupuesto mensual.
Entre las tarjetas más utilizadas para pagar servicios como luz, gas o agua, se destacan:
Además, muchas veces hay acuerdos con empresas proveedoras de servicios, como Edenor, Edesur o Metrogas, para pagar directamente desde la plataforma online del prestador o en pagos presenciales con promociones bancarias.
Si no contás con una tarjeta de crédito o si necesitás un refuerzo puntual para pagar las facturas de servicios, una buena opción es solicitar un préstamo personal de bajo monto.
Hoy en día, muchas fintechs y entidades permiten solicitar montos desde $50.000 hasta $200.000, con acreditación rápida, incluso si estás en el Veraz o no tenés recibo de sueldo.
✅ ¿Qué necesitás?
Entre las plataformas más conocidas se encuentran:
Moni, Wibond, Credicuotas, Mercado Crédito, entre otras.
Estas soluciones permiten resolver el pago de servicios sin atrasarte, sin papeleos largos y desde tu celular.
Atrasarte en el pago de la luz o el gas no solo puede generar intereses y recargos, sino también la posibilidad de que el servicio sea suspendido.
En algunos casos, el restablecimiento implica un trámite adicional y un costo extra.
Por eso, contar con herramientas como tarjeta o préstamo puente puede ayudarte a mantener tu hogar conectado, sin estrés ni complicaciones.
El subsidio estatal es un alivio, pero muchas veces no alcanza para cubrir todo.
En esos casos, es clave conocer y aprovechar soluciones legales, seguras y adaptadas a tu realidad económica.